No me importaría vivir en este retiro durante un par de meses. Es un encuentro maravilloso tanto por el lugar, la comida, el tipo de personas que acuden, las actividades/facilitadores y todo lo que aprendes y compartes. Personalmente me ayudó ha enamorarme más del AcroYoga y me dió mucho impulso para aprender más y compartirlo con el mundo. Estos encuentros son fundamentales ya que este arte es sinónimo de comunidad, compartir, aprender, jugar, confiar, cuidar y ser cuidado.
Maravillosa, he ido a todos los retiros que han organizado, cada año se superan, el buen rollo que hay… como volver a la infancia cuando te ibas de vacaciones en verano. Los talleres muy bien explicados y divertidos, siempre atentos de nosotros. El lugar donde se realiza es precioso, todo naturaleza, y muy tranquilo Solo le pongo una «pega», que el tiempo allí vuela!!
Conocía el acroyoga de hacer alguna postura aquí o allá, pero sinceramente, me enamoré de la práctica en el primer retiro con Toni y Ela. La técnica en cada postura es muy importante, para entenderla y para evitar lesionarse, y luego, la pasión de los profes con el acro, y toda la atmósfera que se crea en el encuentro, ayuda a salir con unas buenas bases y muchas ganas de seguir practicando. Me encantó que el retiro es multinivel, y encontrarás algo para tí seas principiante o practicante avanzado. Ya he ido a dos y en cuanto pueda, por supuesto que volveré. ¡Gracias Toni y Ela, no solo sois unos auténticos profesionales, sino unas personas increíbles!