No me importaría vivir en este retiro durante un par de meses. Es un encuentro maravilloso tanto por el lugar, la comida, el tipo de personas que acuden, las actividades/facilitadores y todo lo que aprendes y compartes. Personalmente me ayudó ha enamorarme más del AcroYoga y me dió mucho impulso para aprender más y compartirlo con el mundo. Estos encuentros son fundamentales ya que este arte es sinónimo de comunidad, compartir, aprender, jugar, confiar, cuidar y ser cuidado.